Los deportes son muy importantes en la cultura estadounidense. En los EE. UU., millones de niños practican deportes organizados. El mejor motivo para que un niño practique un deporte es para que se divierta. Sin embargo, los niños que practican deportes tienen muchos otros beneficios.
El 20% de los niños de los EE. UU. tienen sobrepeso. Estos niños corren un mayor riesgo de tener sobrepeso en la edad adulta, lo cual puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, presión arterial alta y otros problemas de salud. Practicar deportes es una gran manera de hacer que el ejercicio sea divertido y ayudar a que los niños desarrollen hábitos saludables. Los deportes también pueden ayudar a que los niños mejoren su agilidad, equilibrio y coordinación.
La participación en un deporte puede ayudar al niño a mejorar su autoestima. Dar y recibir aliento y respeto de sus pares puede ayudar a los niños a sentirse bien consigo mismos. Los estudios han demostrado que el consumo de alcohol y drogas son menos comunes en los adolescentes que practican deportes.
Tener un buen espíritu deportivo enseña a los niños a tener control emocional. Es importante que un niño aprenda a ser un buen ganador y un buen perdedor. Formar parte de un equipo deportivo puede enseñar a los niños lo que es el compromiso y los beneficios de esforzarse. Los estudios demuestran que los niños que practican deportes trabajan más en el aula. Los niños también aprenden a resolver problemas y a administrar el tiempo cuando son parte de un equipo.
Aliente a su hijo a que pruebe más de un deporte. Concentrarse en un solo deporte puede hacer que el niño se agote. Deles a los niños la libertad de probar diferentes deportes que les interesen. Pregúnteles cómo se sienten acerca de la experiencia. Asegúrese de que su hijo se esté divirtiendo. Hable con su hijo seguido acerca de tener un buen espíritu deportivo y ser parte de un equipo.
Si puede, participe activamente. Practique con su hijo. Vaya a las prácticas y a los partidos. Ofrézcase como voluntario para ser entrenador. No se enoje ni le grite al entrenador, a los otros jugadores, a otros padres, al árbitro ni a su hijo. Recuerde que usted es el ejemplo de un buen espíritu deportivo. Los niños aprenden de lo que observan en usted. Mantenga la calma.
No presione a su hijo para que juegue bien. Dele su apoyo positivo incondicional y su aprobación sin importar si tuvo una buena o mala actuación. Haga hincapié en la diversión. Recuerde que todavía son niños y necesitan tener tiempo libre simplemente para jugar sin tener que seguir reglas. Necesitan tiempo para ser solo niños. Reste importancia a la competencia. No se concentre en futuras becas para la universidad ni en carreras profesionales. Esto puede ejercer demasiada presión en un niño. No trate de hacer realidad sus sueños deportivos propios a través de su hijo. Muy pocos niños serán atletas profesionales cuando crezcan. Lo más importante es que los niños se diviertan y tenga una experiencia positiva con los deportes.
Todos los niños deben realizarse un examen físico antes de empezar a practicar un deporte. Dígale al entrenador si su hijo tiene algún problema médico. Los niños no deben practicar deportes si están enfermos, si tienen algún dolor o si están cansados.
La mayoría de los niños no deben practicar deportes organizados hasta que tengan por lo menos 5 o 6 años de edad. Piense en qué tipo de tiempo, dinero y compromiso exige tanto de usted como de su hijo.
Recuerde que no todos los deportes se juegan en equipo. Algunos niños son mejores en los deportes individuales como el karate. Pregúntele a su hijo qué le interesa y qué deporte piensa que es divertido.
Hay muchos lugares en donde podrá encontrar programas de deportes para niños. Pregúnteles a otros padres acerca de sus experiencias. Consulte en la escuela de su hijo. Otras fuentes incluyen:
Hable con los entrenadores y otros padres para asegurarse de sentirse cómodo con ellos. Asegúrese de que el equipamiento y la ubicación sean seguros. Averigüe qué procedimientos se siguen si un niño se enferma o se lesiona.
Busque un programa que fomente la participación de cada niño. El programa debe hacer hincapié en ayudar a los niños a aprender habilidades más que en ganar y competir. Mire a los niños practicar el deporte y vea si se están divirtiendo. Los niños que se divierten aprenden a sentirse bien consigo mismos. Y ese es un gran motivo para que los niños practiquen deportes.