Llame de inmediato si piensa que si hijo ha ingerido algún veneno.
Esté preparada para responder a las siguientes preguntas:
Las substancias ácidas, álcalis o los productos de petróleo incluyen: productos para limpiar el inodoro, limpiadores de horno, productos para destapar las cañerías, lejía, detergente para lavaplatos automático y tabletas Clinitest. También incluyen amoníaco, blanqueadores, querosén, gasolina, benceno, productos para lustrar muebles y fluido para encendedor. Si su hijo vomita después de haber tragado estos productos, pueden causar daño adicional al esófago o los pulmones.
No lo obligue a su hijo a vomitar. Déle a su niño 2 ó 3 onzas de agua (o leche) para enjuagar el esófago. No le dé a su hijo demasiado líquido porque lo puede hacer vomitar. Mantenga a su hijo sentado o parado para proteger el esófago. No deje que se acueste. Vaya a la sala de emergencias más cercana. Traiga consigo el recipiente en que estaba el veneno.
El número de la línea de asistencia del Centro Nacional de Envenenamiento es 1-800-222-1222. Este número lo conectará automáticamente con su centro local de envenenamiento. Si su hijo traga una sustancia que puede ser venenosa, llame a esta Línea de Asistencia de inmediato para obtener ayuda.
No obligue a su hijo a vomitar. No usa el jarabe de ipecac para tratar el envenenamiento. En noviembre de 2003, la Academia Norteamericana de Pediatría recomendó que no se use más el jarabe de ipecac como tratamiento casero para los envenenamientos. Si tiene ipecac en su casa, échelo en el inodoro.
Afortunadamente, muchos niños tragan sustancias no comestibles que no causan ningún síntoma y se consideran venenosas.
Algunos ejemplos de substancias que no son tóxicas son:
Para confirmar que lo que haya ingerido su hijo sea inofensivo, llame al consultorio de su profesional médico.