La forma en que un niño se ve a sí mismo depende de los mensajes de los demás, especialmente de sus padres. Un niño no nace con una imagen de sí mismo. La imagen de uno mismo es algo que se aprende a través de las experiencias a partir del nacimiento.
La autoestima es un indicador de cómo piensan y sienten las personas acerca de sí mismas. Los niños con autoestima alta tienden a ser más productivos, aventureros y seguros de sí mismos.
Las siguientes sugerencias pueden ayudarlo a elevar la autoestima de su hijo.
Sus sentimientos de autoaceptación afectan los sentimientos de su hijo. Los niños se identifican fuertemente con los padres. Si usted tiene la autoestima alta, esto ayuda a que toda la familia sea más optimista, segura de sí misma y más capaz de enfrentar los problemas cotidianos.
Las expectativas desmesuradamente altas pueden tener resultados negativos. Los sentimientos de valor personal de su hijo pueden desvanecerse si cree que debe ser perfecto para ser amado.
Su hijo es distinto a los demás, y debe ser amado incondicionalmente por la persona que es. No es saludable comparar a su hijo con sus amigos, hermanos o con usted cuando era niño. Fomente la independencia y respete el derecho de su hijo de alcanzar su potencial a nivel personal.
Si su hijo no entra en el equipo, no gana el concurso de ortografía, ni desempeña el papel principal en la obra de la escuela, dígale a su hijo lo orgulloso que está de él por haberlo intentado. Mientras que las victorias son ciertamente un motivo de celebración, los logros menos evidentes deben ser igualmente celebrados. A pesar de que su hijo no sea “primero”, “mejor” o “perfecto” en un evento o actividad en particular, elógielo por haber mejorado o haber hecho un intento en primer lugar. Por otra parte, no elogie por elogiar. Su hijo sabe si sus comentarios son veraces y desde el corazón.
No intente proteger o rescatar a su hijo en todo momento. Deje que aprenda de sus errores. Dedique tiempo a responder preguntas y ayudar a su hijo a pensar en otras opciones. Enséñele a su hijo a tomar decisiones y a darse cuenta de cuándo ha tomando una buena decisión.. Cuando un niño resuelve un problema, se siente más seguro de sí mismo y ve la situación como un éxito. Si usted resuelve los problemas de su hijo, le enseñará a que sea dependiente de usted.
Al corregir la conducta de su hijo, céntrese en la conducta en cuestión en lugar de culpar al niño. Por ejemplo, en lugar de decir: “¡Eres un perezoso!”, diga: “Estoy preocupado por tus calificaciones de ciencias. ¿Qué puedes hacer para mejorarlas?”