Las muletas son soportes que le permiten caminar con una pierna o un pie lesionado.
Para caminar: Desplace las muletas hacia adelante en forma pareja, manteniendo su pierna lesionada levantada. Inclínese hacia adelante, apoyando su peso sobre las manos mientras sujeta las muletas por su empuñadura. No apoye las muletas sobre sus axilas porque la presión puede dañar un nervio que pasa por las axilas. Lleve la pierna sana hacia delante, apoyando el pie un poco más adelante que las muletas. Repita. (Nota: En algunos casos su profesional médico puede permitir que se apoye en la pierna lesionada mientras está usando las muletas.)
Para levantarse de una silla o de la cama: Junte ambas muletas y tómelas por su empuñadura con la mano que está del lado de la pierna lesionada. Levántese de la silla o de la cama apoyándose en la otra mano y empujando hacia arriba sobre las muletas. Use su pierna sana para pararse. Conserve su equilibrio y ponga una muleta a cada lado del cuerpo antes de empezar a caminar.
Para sentarse: Junte las dos muletas y tómelas por su empuñadura con la mano que está del lado de la pierna lesionada. Apóyese en la silla o la cama con la otra mano y vaya bajándose lentamente. A menos que le permitan apoyarse sobre la pierna lesionada, manténgala levantada y apóyese siempre sobre la pierna sana.
Escaleras: Para subir, acérquese a las escaleras. Suba un escalón con la pierna sana, y después suba las muletas y la pierna lesionada hasta el mismo escalón. Repita. Para bajar, ponga primero las muletas y la pierna lesionada en el primer escalón hacia abajo. Después baje con su pierna sana. Repita. Si tiene un pasamanos, coloque ambas muletas debajo del brazo opuesto y use el pasamanos para apoyarse. Recuerde: "Subir con la buena, bajar con la mala."
Para pasar por las puertas: Compruebe que tiene el espacio suficiente para que sus piernas y las muletas puedan pasar por la puerta. Después de abrir la puerta, trábela para que no se cierre con la punta de una muleta. Pase por la puerta.