El calcio es el principal mineral que fortalece los huesos. Tener suficiente cantidad de calcio es importante para todos, pero para los niños y los adolescentes, es fundamental. A esta edad, los huesos crecen rápidamente y el calcio se almacena en ellos para hacerlos resistentes. La mayor parte del calcio almacenado para el fortalecimiento de los huesos se fija antes de los 17 años. Ayudar a sus hijos a adquirir el hábito de comer suficientes alimentos ricos en calcio disminuye el riesgo de que tengan huesos débiles más adelante en la vida.
Desafortunadamente, nuestros niños y adolescentes corren el riesgo de no tener la cantidad suficiente de calcio. Las encuestas nacionales de nutrición demuestran que la mayoría de las adolescentes no consumen la cantidad de calcio recomendada que necesitan. La cantidad de calcio de los alimentos se mide en miligramos (mg). Por ejemplo, 1 taza de leche contiene aproximadamente 300 mg de calcio.
Las siguientes son las cantidades recomendadas de leche que un niño debería tomar todos los días para satisfacer la mayoría de sus necesidades de calcio. Otros productos lácteos, fortificados con calcio y fuentes no lácteas de calcio pueden compensar la diferencia.
1 a 3 años de edad
4 a 8 años de edad
9 a 18 años de edad
El calcio que hay en 1 taza de leche equivale a la cantidad de calcio que hay en una taza de yogur, 1 1/2 onza (42.5 g) de queso o 2 onzas (56.7 g) de queso fundido.
Los niños de 1 a 18 años de edad deberían consumir 600 IU de vitamina D por día. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio.
La leche es una de las mejores fuentes de calcio. Los bebés de menos de 1 año deben tomar leche materna, o bien, leche de fórmula fortificada con hierro. Los niños de 1 a 2 años deben tomar leche entera porque durante esta primera etapa, algunas grasas son necesarias para el desarrollo. Cuando su hijo tenga 2 años de edad, deje de darle leche entera y pase a leche con bajo tenor graso o leche descremada. Aparte de la leche sola, hay muchos productos lácteos que son excelentes fuentes de calcio. Intente dar un buen ejemplo y consumir alimentos con alto contenido de calcio. Las siguientes ideas proponen formas de agregar calcio a la dieta de la familia.
Los productos lácteos hechos con leche entera tienen alto contenido de grasa saturadas y calorías. Los productos con el 1 % o 2 % de grasa todavía contienen algo de grasa saturada y colesterol, pero menos que los productos hechos con leche entera. Cuanto menos grasa, mejor. Los productos descremados son excelentes porque se saca la grasa y el colesterol, y queda un alimento de alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales. Se obtienen los mismos beneficios nutricionales sin el exceso de grasa, colesterol y calorías. Busque leche y yogur descremados o parcialmente descremados en la tienda. Elija quesos de bajo contenido graso (disponibles en todas las variedades, como mozzarella, suizo, requesón y ricota) y postres elaborados con leche parcialmente descremada, como yogur congelado, y helado descremado o parcialmente descremado. En las recetas, puede usarse suero de leche descremada, yogur solo, requesón o ricota en lugar de ingredientes de alto contenido graso, como crema común y crema agria.
Afortunadamente, existen productos que no son lácteos y que son buenas fuentes de calcio. Ahora existen varias marcas de jugos fortificados con calcio, cereales y alimentos de soja. Las verduras verdes, como el brócoli y la col rizada, y el pescado con espinas blandas y comestibles, también aportan calcio. Intente incluir algunos de estos alimentos en la dieta de su hijo.
Muchos productos alimenticios, como los cereales, detallan en la caja la cantidad de calcio por porción. Las etiquetas de los alimentos detallan el calcio como un porcentaje del Valor diario (DV) sobre la base de 1000 mg de calcio por día. Por ejemplo, un producto alimenticio que indica 30 % de calcio por porción aportaría 300 mg de calcio. Busque alimentos que aporten el 10 % o más del valor diario de calcio. El calcio de algunas opciones no lácteas, tales como verduras, frijoles y soja, no se absorbe tan bien como el calcio de los productos lácteos. Aunque estos alimentos ayudan a cubrir las necesidades de calcio diarias, puede ser difícil alcanzar la cantidad suficiente si no se consumen productos lácteos. Es mejor consumir calcio de diferentes fuentes. Consulte al profesional médico o nutricionista si su hijo debe tomar un suplemento de calcio.
Aunque muchos productos fortificados son buenos suplementos, algunos alimentos (como dulces, aguas saborizadas y gaseosas) frecuentemente tienen poco o ningún valor nutricional, aparte del calcio. Son refrigerios y deben consumirse en cantidades limitadas. Elija alimentos fortificados que ya sean nutritivos, como cereales de granos o panes integrales, jugos hechos con 100 % de fruta o productos de soja.
Lea las etiquetas. Más no siempre significa mejor. El calcio se absorbe mejor en cantidades de 500 mg o menos por porción. Recuerde las necesidades de calcio de su hijo cuando elija productos fortificados. Aunque es poco frecuente, el consumo de alimentos fortificados podría aportar un exceso de calcio.
El calcio de los jugos de fruta fortificados se absorbe bien. Tres vasos de 8 onzas (236 ml) de jugo de fruta contienen aproximadamente la misma cantidad de calcio y calorías que tres vasos de 8 onzas (236 ml) de leche parcialmente descremada.
La vitamina D aumenta la absorción de calcio. Es importante exponerse a suficiente luz del sol y elegir alimentos (en su mayoría productos lácteos) fortificados con vitamina D.
Para el cuerpo puede ser más difícil absorber calcio debido a lo siguiente:
Puede perderse calcio debido a lo siguiente: