El tétano es una infección bacterial seria en una herida que comienza con espasmos musculares y avanza hasta no poder abrir la boca (mandíbula trabada), rigidez total del cuerpo y convulsiones. No hay tratamiento con antibióticos para el tétano, por lo que es necesario que tenga la vacuna para la protección contra la infección. El tétano se puede prevenir si mantiene el programa de vacunación de su hijo (vacuna DTAP y refuerzos antitetánicos) al día. Los padres que se niegan a vacunar a su hijo aumentan su riesgo de que tenga tétano, ya que todos los niños eventualmente tienen una herida sucia.
La necesidad de recibir una vacuna antitetánica de refuerzo depende del tipo de herida (si hay o no propensión al tétano) y cuándo recibió su hijo su última vacuna antitetánica. Todas las heridas por punción y todas las cortaduras (interrupciones de la continuidad de la piel) causadas por un objeto sucio presentan riesgo de tétano. Las cortaduras con un cuchillo limpio, un pedazo de vidrio, etc., no son heridas con propensión al tétano; tampoco lo son las quemaduras o raspaduras leves porque estas lesiones tienen exposición adecuada al aire. Las bacterias que causan el tétano sólo pueden multiplicarse si están sepultadas en una herida donde no haya aire.
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Recibir una vacuna antitetánica de refuerzo no es una emergencia.