Un bebé se acostumbró a ser alimentado de noche cuando:
Desde su nacimiento hasta los 2 meses de edad, la mayoría de los bebés se despiertan dos veces por noche para que los alimenten. Entre los 2 y 3 meses de edad, la mayoría de los bebés necesitan alimentarse una vez en el medio de la noche. Cuando tienen ya 4 meses de edad, la mayoría de los bebés alimentados a biberón ya duermen más de 7 horas sin necesidad de comida. La mayoría de los bebés amamantados pueden dormir toda la noche cuando tienen 5 meses de edad. A esta edad, los niños normales no necesitan calorías por la noche para mantenerse sanos.
Algunas razones, entre otras, por las que los bebés mayores de 4 meses se despiertan de noche para comer son:
Si el último recuerdo del bebé antes de dormirse es del biberón o el seno de la madre, éstos se convertirán en una mascota. El niño no aprenderá a consolarse o dormirse solo sin el biberón o el seno de su madre. Por lo tanto, cuando el bebé se despierte normalmente de noche, habrá formado el hábito de no dormirse hasta que lo alimenten. Si se lleva al niño a la cama de sus padres para comer, el problema se agrava.
Cuando se vacíe, se despertará por completo y empezará a llorar para que se lo vuelvan a llenar. Si deja el biberón en la cuna, a menos que tenga sólo agua, se pueden producir muchas caries en los dientes.
Algunas madres interpretan equivocadamente el concepto de "alimentación a demanda" y creen que hay que dar de comer al bebé cada vez que llora. Esta equivocación puede resultar en que el bebé coma cada 30 a 60 minutos. El bebé se acostumbrará a comer pequeñas porciones frecuentemente en vez de esperar por lo menos 2 horas entre comidas al nacer y por lo menos 4 horas entre comidas a partir de los 4 meses de edad. Cuando se forma el hábito de alimentarse cada hora, se dice que el bebé está "picando". Este problema ocurre con más frecuencia en bebés que amamantan si se usan los senos como si fueran un chupón. La dependencia del biberón crea el hábito en el bebé de llevarlo a todas partes durante el día. Además, si le da mucho líquido al bebé de noche, se despertará con más frecuencia porque sus pañales están mojados.
Si trata de seguir estas recomendaciones, el comportamiento de su hijo probablemente mejorará en 2 semanas. Cuanto mayor sea su hijo, más difícil será cambiarle sus hábitos. Los niños de más de 1 año de edad se resistirán a dormir aunque estén cansados. Protestarán vigorosamente cualquier cambio y llorarán por horas. Sin embargo, si no toma estos pasos, su hijo no comenzará a dormir toda la noche hasta que tenga 3 ó 4 años de edad, cuando el nivel de actividades diarias finalmente lo deje exhausto.
Si su bebé tiene más de 4 meses de edad y se despierta llorando una o más veces por noche para comer, pruebe las siguientes sugerencias.
No podrá prolongar el tiempo entre comidas de noche si pasa poco tiempo entre comidas durante el día. Si un bebé se acostumbró a comer frecuentemente durante el día, se mostrará hambriento también de noche. Éste es un problema que les ocurre a las madres que no pueden separar el acto de alzar al bebé del acto de amamantarlo. Por cada vez que amamante a su bebé, debería tomarlo en brazos para acariciarle 4 ó 5 veces sin darle de comer. Gradualmente vaya demorando las horas de amamantar hasta que sean más normales para la edad de su bebé. Si actualmente está alimentando a su bebé cada hora, aumente el tiempo entre comidas a 1 hora y media. Cuando su bebé acepte el nuevo horario de alimentación, aumente el lapso a 2 horas entre comidas. Cuando el bebé llore, acarícielo o déle un chupón. Cuando el bebé se alimenta con fórmula, su objetivo es darle 4 mamilas por día cuando el bebé tenga 4 meses de edad. La mayoría de los bebés que amamantan necesitan 5 comidas por día hasta que tienen 6 meses de edad, cuando se les va agregando comidas sólidas en la dieta. Si su hijo tiene más de 6 meses de edad comience a darle de comer con un vasito. Despierte al bebé para alimentarlo por última vez entre las 9 y 10 de la noche. Esto será necesario hasta que tenga por lo menos 8 meses, si quiere que duerma hasta las 6 de la mañana del día siguiente.
Cuando vea que su bebé empieza a demostrar que tiene sueño, acuéstelo en la cuna. Si su bebé está muy molesto, hágalo mecer hasta que se calme o esté casi dormido, pero pare antes de que se duerma por completo. Si su bebé se duerme mientras está amamantando o chupando la mamila, lo mejor es despertarlo. Para ayudar a que el bebé no asocie la comida con la hora de irse a dormir, pruebe darle de comer 1 hora antes de la siesta o de la hora de irse a dormir. El último recuerdo de su bebé al estar despierto debe ser su cuna y el colchón, no el biberón o el seno de la madre. Tiene que aprender a dormirse solo. Su bebé tiene que aprender esta técnica para poder volver a dormirse cuando se despierte naturalmente de noche.
Visítelo antes de que se enoje demasiado. En el caso de bebés menores de 1 año, o muy sensibles, es posible que tenga que ir a ver cómo están cada 5 minutos. Gradualmente vaya prolongando los intervalos de visita. Haga visitas breves y aburridas pero que brinden respaldo. No se quede en el cuarto del bebé más de 1 minuto. No encienda las luces. Actúe como si usted tuviera sueño. Susurre, "Shh, están todos durmiendo". No lo saque a su bebé de la cuna. No lo alimente, mece ni juegue con su bebé, ni tampoco lo lleve a su cama. Si el contacto es breve, no le proporcionará una recompensa suficiente como para querer seguir comportándose de esa manera. Una vez que haya puesto al bebé en la cuna, déjelo allí.
Hasta que su bebé aprenda a dormirse solo a la hora de la siesta o de irse a dormir, cuando se despierte en el medio de la noche trate de que la situación sea lo más fácil posible. Si no protesta por más de 5 ó 10 minutos, responda de la misma manera que lo hizo a la hora de irse a dormir. En caso contrario, sáquelo de la cuna y álcelo hasta que se vuelva a dormir. No obstante, no encienda las luces ni lo saque de su cuarto. Trate de no hablarle demasiado. Con frecuencia es mejor que vaya el padre y no la madre.
Después de haberle dado su última comida a las 9 ó 10 de la noche, alimente a su bebé una sola vez durante la noche. Aliméntelo de noche solamente si han pasado 4 horas o más desde la última vez que comió. Haga que la comida sea aburrida y breve (no más de 20 minutos). Pare antes de que el bebé se duerma, y déjelo en sus brazos.
Si alimenta a su bebé a la hora de irse a dormir, no deje que sostenga el biberón. Además, aliméntelo en un cuarto distinto que su dormitorio. Trate de separar la hora de comer de la hora de ir a la cama. Si su bebé tiene que chupar algo para poder dormirse, ofrézcale un chupón o ayúdele a que encuentre su pulgar.
Una mascota, u objeto transitorio de seguridad, puede ayudar a su bebé a dormirse. Le brinda consuelo y le puede ayudar a separarse de usted. Un osito, una muñeca u otro juguete blando, o también una cobija, pueden servir de mascota. A veces un bebé acepta más fácilmente a un osito cuando lleva puesta una prenda de su madre. Cuando mece o le haga cariños a su bebé durante el día, coloque siempre la mascota junto a él. También haga que forme parte de su historia o cuento habitual a la hora de irse a dormir. Colóquelo en la cuna junto a su bebé. Con el tiempo el bebé comenzará a tomar y acariciar su mascota a la hora de dormir de la misma manera que usted hacía con él.
Abandone la comida nocturna solamente después que las comidas durante el día estén separadas por más de 3 horas Y ADEMAS su bebé se pueda dormir solo sin alimentarlo o mecerlo. Después vaya dejando de alimentarlo de noche durante un periodo de 2 semanas. Reduzca gradualmente la cantidad de alimentos que su bebé coma de noche. Reduzca la cantidad de leche de fórmula del biberón por 1 onza cada 2 ó 3 noches. Amamante a su bebé de un solo lado y reduzca el tiempo por 2 minutos cada 2 ó 3 noches. Después de 1 ó 2 semanas su bebé ya no deseará comer de noche y podrá volver a dormirse sin alzarlo o mecerlo.
Si la cuna está en su dormitorio, múdela a otro cuarto. Si esto es imposible, cubra uno de los costados de la cuna con una cobija para que el bebé no lo pueda ver cuando se despierta.
Si su bebé ha dormido la siesta por más de 2 horas, despiértelo. Si tiene la costumbre de dormir 3 siestas por día, trate de cambiarle el hábito a 2 siestas por día.
Sólo cambie los pañales si están sucios con heces o si el bebé tiene mucho sarpullido. Si tiene que cambiarle el pañal, use la menor cantidad de luz posible (por ejemplo, una linterna), hágalo rápidamente y no entretenga al bebé.
Si su hijo se para en la cuna a la hora de irse a dormir, trate de que se calme y se acueste. Si se resiste o se vuelve a parar, lo puede dejar en esa posición. Sabrá acostarse sin su ayuda. Si le sigue ayudando a que se acueste, se puede llegar a convertir en un juego.
Anote en un cuaderno las horas que su bebé está despierto y dormido. Lleve el cuaderno al consultorio durante su visita al profesional médico.
Llame durante el horario de consultorio si: