No puede saber exactamente cuánta leche está tomando su bebé mientras lo está amamantando. No obstante, puede saber si su lactancia es exitosa prestando atención a ciertos signos. Los bebes amamantados que se alimentan bien exhiben típicamente las siguientes características durante su primer mes de vida.
Si su bebé parece hambriento después de la mayoría de sus sesiones de lactancia, o cree que no tiene leche a más de 4 días del parto, infórmele al médico de su bebé y hágalo pesar.
A veces su bebé puede hacer una pausa mientras se está alimentando. No obstante, debería amamantarse vigorosamente durante la mayor parte de la sesión de lactancia. Debe escuchar que su bebé trague periódicamente mientras está amamantando.
Deje que su bebé se alimente del primer seno hasta que se haya descargado bien. Cuando su bebé comience a chupar con menos vigor, trague menos o comience a dormirse, puede hacerlo eructar, cambiarle los pañales y despertarlo para que comience a amamantar del segundo seno. Generalmente, los bebés toman más leche durante una sesión de lactancia cuando se alimentan de ambos senos. Como el primer seno se descarga mejor, comience la siguiente sesión con el otro seno. De esa manera ambos senos recibirán la misma cantidad de estimulación y descarga.
Alimente a su bebé siempre que muestre señales de hambre, por ejemplo cuando se despierta de la siesta, está alerta, se lleva una mano a la boca, voltea su cabeza, o mueve la boca o la lengua. Recuerde que el llanto es un signo tardío de hambre, y es posible que un bebé no se alimente bien después de haber llorado por mucho tiempo. En las primeras semanas es probable que el bebé quiera lactar cada 1 1/2 a 3 horas, con un lapso más largo (de hasta 5 horas) entre lactancias de noche. Es probable que los bebés recién nacidos que se alimenten menos de 8 veces en 24 horas, o que duerman toda la noche, no reciban la cantidad de leche suficiente. Es posible que a veces tenga que despertar a su hijo para alimentarlo. Algunos bebés no exigen ser amamantados tan frecuentemente como deberían, sobre todo en las primeras semanas de vida.
Cuando los bebés amamantados parezcan tener hambre después de la mayoría de sus lactancias, porque lloran, se chupan las manos o necesitan con frecuencia un chupón después de lactar, quizás no estén recibiendo la cantidad suficiente de leche.
Es posible que uno de sus senos gotee leche mientras su bebé está tomando del otro lado. Después del intervalo mayor entre lactancias por la noche, debería sentir que sus senos están particularmente llenos.
La orina debería ser incolora, no amarilla. Si el pañal parece tener un polvo rojizo, como si fuera de ladrillo, después que el bebé haya cumplido 3 días de edad, es probable que su orina sea demasiado concentrada y que su bebé no esté tomando la cantidad de leche suficiente.
Las evacuaciones parecidas al queso blanco y mostaza se llaman "heces lácteas". Si su bebé sigue teniendo un meconio oscuro, verde o heces de color café cuando tiene 5 días de edad, hable con su profesional médico o consultor de lactancia. También debería pesar a su bebé para ver si está tomando la cantidad suficiente de leche.
Muchos bebés lactantes mueven el vientre cada vez que se amamantan durante las primeras 3ó 4 semanas de vida. Si su bebé recién nacido mueve el vientre menos de 4 veces por día, debería hacerlo pesar para ver si está recibiendo la cantidad de leche suficiente.
Si tiene un dolor agudo en los pezones que dura mientras está amamantando al bebé, o que no mejora a los cinco días del nacimiento, es probable que su bebé no se esté amamantando correctamente. Si su bebé no se prende bien al seno para chupar, es posible que no esté tomando la cantidad suficiente de leche. Si sus pezones están muy sensibles, pídale al pediatra de su bebé que verifique su peso y lo remita a un especialista en lactancia para ver cómo se está amamantando su bebé.
La única manera de estar absolutamente seguro que su bebé está tomando la cantidad de leche suficiente es pesándolo periódicamente. Si su bebé no está subiendo la cantidad suficiente de peso, es posible que su producción de leche sea baja o que su bebé no se esté amamantando en forma efectiva. Estas dificultades de la lactancia serán más fáciles de superar si las reconoce y las trata temprano. El pediatra de su bebé la puede ayudar a desarrollar un plan de alimentación para usted y su bebé, o la puede remitir a un especialista en lactancia.
La lactancia libera una hormona llamada oxitocina. Esta hormona causa cólicos en el útero. Estos"entuertos" durante la lactancia son más notorios que cualquier otra sensación temprana de lactancia. En general desaparecen entre 7 y 10 días después del nacimiento de su bebé.
Las sensaciones del reflejo de descenso de la leche son un hormigueo, cosquilleo u opresión en los senos cuando comienza a salir la leche. Cuando ocurre la bajada de la leche su bebé puede comenzar a engullirla. Es posible que se gotee o rocíe leche del otro seno. También es posible que la leche comience a bajar con sólo escuchar el llanto de su bebé, aún antes de que comience a amamantarse.