A los niños pequeños les gusta introducir objetos extraños en el oído. Algunos de los objetos introducidos comúnmente son gomas de borrar, cuentas de vidrio o plástico, alimentos y algodón.
Si hay un insecto vivo dentro del conducto auditivo de su hijo, lleve al niño a una habitación obscura y encienda una luz cerca del oído. Con frecuencia, el insecto sale por sí mismo. Si esto no resulta, mátelo vertiendo un poco de alcohol. Si no tiene alcohol para fricciones, puede utilizar vino o cerveza. Luego, saque el insecto mediante la irrigación del conducto con agua y una jeringa para oídos (o una perilla de succión nasal).
Para otros objetos, haga un solo intento de extraerlos. Mueva la cabeza del niño de manera que el lado afectado esté hacia abajo. Mueva de un lado a otro el lóbulo de la oreja y al mismo tiempo sacúdale suavemente la cabeza tratando de hacer que el objeto caiga por acción de la gravedad.
NOTA: Es sumamente importante que usted NO trate de sacar el objeto con pinzas, sus dedos ni cualquier otro dispositivo que introduzca en el canal del oído. Esto casi siempre empuja el objeto más adentro y dificulta mucho el trabajo del médico. Vigile cuidadosamente a su hijo para que no empuje el objeto más adentro.