Las equivocaciones sobre los peligros de la fiebre son muy comunes. El miedo injustificado sobre los efectos peligrosos de la fiebre causa preocupación y estrés innecesarios en muchos padres. Considere los siguientes hechos para ayudarle a poner un poco de perspectiva en el tema de la fiebre:
MITO: Todas las fiebres son malas para los niños.
REALIDAD: La fiebre sirve para estimular el sistema inmune del cuerpo. La fiebre es uno de los mecanismos de protección del cuerpo.
La mayoría de las fiebres entre 100° F y 104° F (38° C a 40° C) son buenas para los niños enfermos y ayudan al cuerpo a combatir la infección. La única excepción son los bebés menores de 3 meses de edad. Debe llevarlos a ver a un profesional médico de inmediato.
MITO: La fiebre puede causar daño cerebral y la fiebre de más de 104° F (40° C) es peligrosa.
REALIDAD: Las fiebres por infecciones no causan daño en el cerebro. Sólo cuando la temperatura del cuerpo es mayor que 108° F (42° C) se puede producir daño cerebral. La temperatura del cuerpo sólo llega a este nivel en condiciones ambientales extremas (por ejemplo, si se confina a un niño en un carro cerrado cuando el tiempo es caluroso).
MITO: Cualquiera puede tener convulsiones debido a la fiebre (convulsión desencadenada por la fiebre).
REALIDAD: Sólo el 4% de los niños tienen convulsiones febriles.
MITO: Las convulsiones febriles son dañinas.
REALIDAD: Las convulsiones febriles dan miedo cuando se las observa, pero en general paran en 5 minutos. No causan daños permanentes. Los niños que sufren de convulsiones febriles no corren un riesgo mayor de retraso en el desarrollo, discapacidades del aprendizaje o convulsiones cuando no tienen fiebre.
MITO: Todas las fiebres se tienen que tratar con un medicamento para reducir la fiebre.
REALIDAD: Las fiebres sólo hay que tratarlas si causan molestia. En general sólo causan molestia cuando son mayores de 102° F ó 103° F (39° C ó 39.4° C).
MITO: Si no se la trata, la fiebre se seguirá elevando.
REALIDAD: No es cierto. Como el cerebro tiene un termostato, las fiebres por infección en general no superan los 103° F a 104° F (39.4° C a 40° C).
MITO: Si se la trata, la fiebre debería volver a la normalidad.
REALIDAD: Cuando se las trata, las fiebres en general bajan 2° ó 3° F (1.1° ó 1.7° C).
MITO: Si la fiebre no baja (no se puede “romper la fiebre”) la causa es seria.
REALIDAD: Las fiebres que no responden a medicamentos para la fiebre pueden ser causadas por virus o bacterias. El hecho de que el medicamento funcione o no funcione no está relacionado con la seriedad de la enfermedad.
MITO: Una vez que la fiebre bajó con medicamentos, no debería volver a subir.
REALIDAD: Cuando hay una infección viral, la fiebre durará normalmente 2 ó 3 días. Por lo tanto, cuando el efecto del medicamento se vaya, la fiebre volverá a aparecer y habrá que tratarla nuevamente. Una vez que el cuerpo del niño derrote el virus (en general al cuarto día) se irá la fiebre por completo.
MITO: Si la fiebre es alta, la causa es seria.
REALIDAD: Si la fiebre es alta, la causa puede o no ser seria. Si su hijo parece muy enfermo, es más probable que la causa sea seria.
MITO: El valor exacto de la temperatura del cuerpo es muy importante.
REALIDAD: Lo más importante es el aspecto de su hijo, no el valor exacto de la temperatura del cuerpo.
MITO: Cuando la temperatura del cuerpo está entre 98.7° F y 100° F (37.1° C y 37.8° C), el niño tiene una fiebre leve.
REALIDAD: Estas temperaturas son variaciones normales. La temperatura del cuerpo cambia normalmente a lo largo del día. Llega a su máximo al final de la tarde y comienzos de la noche. Una fiebre leve en realidad es entre 100° F y 102° F (37.8° C y 39° C).
MITO: Se debe comer mucho si tiene un resfriado y muy poco si tiene fiebre.
REALIDAD: Este viejo refrán debe ser ignorado. La fiebre hace que el cuerpo pierda fluido por el sudor y la respiración. Los niños con fiebre necesitan fluidos adicionales. Los niños con fiebre pueden o no tener hambre. Si tienen hambre, déles de comer lo que quieran. Esto loa ayudará.
Resumen: recuerde que la fiebre sirve para combatir la infección de su hijo.