La diarrea es un aumento súbito en la frecuencia y soltura de la evacuación intestinal. Cuando la diarrea es moderada, hay poca evacuación, suelta o blanda. Cuando la diarrea es aguda, hay muchas evacuaciones acuosas y abundantes. Heces aguadas que ocurren cada hora es sin duda diarrea fuerte. El mejor indicador de la severidad de la diarrea es la frecuencia de las evacuaciones o si hay sangre en las evacuaciones.
La complicación principal de la diarrea es la deshidratación debida a la pérdida excesiva de líquido del cuerpo. Los síntomas de deshidratación son sequedad en la boca, falta de lágrimas, orina escasa (por ejemplo, no orinar en 8 horas) y una orina concentrada y de color oscuro. El objetivo principal del tratamiento de la diarrea es prevenir la deshidratación.
Independientemente de su apariencia, la evacuación intestinal de un bebé que amamanta se debe considerar siempre normal, a menos que contenga mucosa, sangre, o que huela mal. De hecho, durante los primeros meses, los bebés alimentados con leche materna normalmente tienen movimientos del intestino muy sueltos, algunos verdes o incluso con un anillo de agua.
Tampoco se puede concluir que un bebé que amamanta tiene diarrea simplemente por la frecuencia de sus evacuaciones. Los primeros 2 meses, los bebés alimentados con leche materna mueven el intestino desde 4 veces por día hasta 1 después de cada alimentación. Normalmente, las heces son líquidas. Sin embargo, si las evacuaciones de su bebé aumentan en frecuencia de golpe, es probable que tenga diarrea. Otras señales de diarrea son falta de ganas de comer, apariencia enferma y fiebre.
La diarrea es causada normalmente por una infección vírica de la pared de los intestinos (gastroenteritis). A veces es causada por bacterias o parásitos. En ocasiones, si el bebé tiene una alergia a los alimentos, o bebe demasiado jugo de frutas, puede tener diarrea. Si su hijo tiene sólo una o dos evacuaciones sueltas, lo más probable es que la causa sea algo inusual que comió.
La diarrea causada por bacterias o un virus dura en general entre varios días y 2 semanas, independiente del tipo de tratamiento. El objetivo principal del tratamiento de la diarrea es prevenir la deshidratación. Su hijo tiene que tomar suficiente leche materna como para reemplazar los fluidos que perdió debido a la diarrea. No espere que las evacuaciones intestinales vuelvan a la normalidad en poco tiempo.
El tratamiento principal de la diarrea es aumentar la cantidad de líquidos y hacer cambios en la dieta. Es posible que una sola evacuación suelta no quiera decir nada. No inicie cambios en la dieta sino hasta que su hijo haya tenido varias evacuaciones sueltas.
Si su bebé amamanta y tiene diarrea, el tratamiento es simple. Siga dándole el pecho pero a intervalos más frecuentes. No deje de darle el pecho porque tenga diarrea. Si tiene una diarrea severa (acuosa y muy frecuente), ofrézcale Pedialyte u otras soluciones electrolíticas entre tomadas de pecho durante 6 a 24 horas, pero sólo si el bebé está orinando con menos frecuencia que lo normal.
Es posible que tenga que interrumpir la alimentación del pecho si el bebé está demasiado cansado como para amamantar y necesita líquidos por vía intravenosa para tratar deshidratación. Sáquese leche de los pechos regularmente para que no se interrumpa su producción, hasta que pueda amamantar a su bebé nuevamente (en general en las próximas 12 horas).
Cuando uno tiene diarrea, los alimentos que tienen mucho almidón se pueden digerir más fácilmente que otras comidas. Si su bebé es mayor de 4 meses, continúe dándole alimentos sólidos. Por ejemplo: cualquier cereal, plátano pisado, puré de papas y otros alimentos de alto contenido de fibra.
Recuerde que es posible que algo en la dieta materna sea la causa de las evacuaciones más sueltas o frecuentes del bebé--por ejemplo, café, bebidas cola o té aromático. Si usted sospecha que esto es lo que está ocurriendo, deje de beberlos para ver qué pasa.
La diarrea es muy contagiosa. Lávese siempre las manos después de cambiar pañales o de ir al baño. Esto es esencial para que el resto de la familia no se contagie.
La piel que rodea el ano del bebé se puede irritar debido a la diarrea. Lave esta área después de cada evacuación intestinal y protéjala con una gruesa capa de vaselina u otro ungüento similar. Esta protección es particularmente necesaria por la noche y cuando el bebé duerma la siesta. También sugerimos cambiarle el pañal pronto después de cada evacuación.
Para los niños que usan pañales, la diarrea puede producir mucha suciedad. Coloque un paño de algodón dentro del pañal para atrapar las evacuaciones más acuosas. Use pañales con piernas elastizadas o cúbralos con un par de pantaloncitos de plástico para el pañal. Lave al niño bajo agua corriente en la tina.
Si su bebé vomita una vez, no haga cambios.
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