Las verrugas genitales son parecidas a las verrugas comunes pero en general se encuentran alrededor o dentro de la vagina, el cuello del útero (la parte inferior del útero), el pene, escroto, recto o el área entre la vagina y el recto. Son crecimientos blandos, carnosos y pequeños en la piel.
Al igual que otras verrugas, las verrugas genitales son causadas por un virus. El virus que causa las verrugas genitales se llama el papiloma virus humano (HPV, por sus siglas en inglés). Existen muchos tipos de HPV. Los tipos de virus que causan las verrugas genitales con más frecuencia se llaman HPV-6 y HPV-11.
Las verrugas genitales son más contagiosas, o se pueden transmitir más fácilmente, que otras verrugas. Se contagian por contacto con la piel. Se pueden transmitir a regiones vecinas del cuerpo y contagiarse de una persona a otra por actividades sexuales. Las verrugas se observan por primera vez de 1 a 6 meses después de infectarse con HPV. Sin embargo, es posible estar infectado con el virus sin tener verrugas visibles.
El HPV puede causar cambios en el cuello del útero de la mujer. En la mayoría de los casos estos cambios son inofensivos, pero a veces pueden causar cáncer del cuello del útero.
Las verrugas genitales son crecimientos pequeños de color piel o grisáceo o blanco rosado. Puede tener muchas verrugas o sólo 1. Las verrugas generalmente aparecen como elevaciones sólidas, flexibles y delgadas de la piel y se ven como pedacitos de coliflor. Algunas verrugas, sin embargo, son bastante pequeñas y planas, y no se advierten fácilmente.
En las mujeres, las verrugas pueden crecer en la vulva (los pliegues de la piel alrededor de la abertura de la vagina), en el cuello del útero, dentro de la vagina o la uretra, o alrededor del ano. En los hombres, las verrugas pueden crecer en la punta o el tallo del pene, y a veces en el escroto, en la uretra (el tubo que lleva la orina fuera del cuerpo) o alrededor del ano.
Es posible que no tenga otros síntomas, o puede tener:
Cuando las verrugas genitales se presentan en el cuello del útero o en la vagina, es posible que no causen ningún síntoma perceptible. Sin embargo, una prueba de Papanicolau puede mostrar cambios en las células que sugieran una infección viral o es posible que su profesional médico las pueda ver durante el examen.
Su profesional médico examinará su área genital y las verrugas. Su profesional médico podrá poner un líquido en la piel para poder ver las verrugas más fácilmente. Puede usar un instrumento llamado colposcopio para magnificar el área para que su profesional médico pueda examinar la piel o el cuello del útero en forma más detenida. Para ayudar a confirmar el diagnóstico, se podría tomar una muestra de tejido para las pruebas de laboratorio. También se puede usar un endoscopio para ver si hay verrugas en al vejiga y la uretra.
Con frecuencia, la prueba de Papanicolau también puede detectar verrugas que no se pueden ver a simple vista. A veces se puede hacer una prueba de ADN del HPV para ver si el tipo de HPV que causa las verrugas está asociado con cáncer del cuello del útero.
Los principales métodos de tratamiento son:
Es posible que necesite un anestésico local durante algunos de estos tratamientos.
A veces las verrugas desaparecen sin necesidad de tratamiento. No obstante, pueden crecer y formar racimos más grandes de verrugas en forma de coliflor.
La eliminación de las verrugas no elimina el virus. Como todavía tiene el virus después del tratamiento, las verrugas pueden volver a crecer.
Algunos tipos de infecciones de HPV pueden causar cáncer del cuello del útero, la vagina o la vulva en las mujeres. Los tipos de virus HPV-6 y HPV-11, que son la causa usual de las verrugas genitales, rara vez causan cáncer y se llaman HPV de bajo riesgo.
La mejor manera de evitar la transmisión de HPV es no teniendo relaciones sexuales.
También hay una vacuna disponible para prevenir los tipos más comunes de infecciones de HPV de bajo riesgo, que pueden causar verrugas genitales, y los tipos más comunes de HPV de alto riesgo, que pueden causar cáncer del cuello del útero. Si ya tiene HPV, la vacuna no curará la infección, pero evitará que se infecte con varios otros tipos de HPV.
La vacuna contra HPV se ha aprobado para niñas y mujeres de 9 a 26 años de edad. Se recomienda para todas las niñas de 11 a 12 años de edad, como parte de su programa normal de inmunización. Se da en tres dosis. La vacuna puede proteger contra el HPV durante 5 años. Los investigadores están realizando estudios para ver si necesita un refuerzo después de 5 años.
En general no se da la vacuna a las mujeres embarazadas.
Estas son algunas de las cosas que puede hacer para ayudar a prevenir el HPV o sus complicaciones: