Más del 50% de las madres con lactantes o niños de edad preescolar trabajan fuera de casa. La razón principal para trabajar es la necesidad económica. Algunas madres vuelven al trabajo porque les gusta o porque necesitan mantenerse al día en una carrera o profesión que cambia rápidamente.
La cuestión de si volver al trabajo o permanecer en casa no tiene una respuesta fácil o correcta. Esta es una decisión que cada madre debe tomar de acuerdo con sus circunstancias particulares. Los hijos pueden crecer bien con cualquiera de las dos decisiones. Las consideraciones fundamentales son las necesidades y la seguridad económica de la familia.
Si usted puede hacer que su hijo tenga una persona que lo cuide y atienda en forma regular, no hay ninguna evidencia de que su regreso al trabajo causará daño al niño, aparte de un número mayor de infecciones (pero generalmente leves, tales como resfríos). Los hijos de las madres que trabajan tienen un desarrollo emocional tan bueno como los demás niños. El vínculo madre-hijo no se debilita. Entre los beneficios que tiene un niño cuya madre trabaja fuera de casa están un mayor grado de independencia, responsabilidad y madurez. Los niños pequeños de madres que trabajan a menudo tienen más oportunidades de aprender a confiar en otros adultos y a llevarse mejor con otros niños de su edad.
Después del nacimiento del bebé, una madre necesita de 6 a 8 semanas en casa para recuperarse físicamente del parto y establecer la alimentación al pecho. Sería preferible que la ausencia del trabajo por maternidad se prolongara hasta los 4 meses después del nacimiento; para entonces la madre ya habrá adquirido mayor confianza en sus habilidades maternas. Además, para los 4 meses, el bebé debería haber establecido un lazo seguro con su madre y debería poder dormir durante toda la noche. Algunos expertos sugieren que las madres deberían tratar de pasar los 2 ó 3 primeros años de la vida de su bebé dedicadas totalmente a su crianza, pero las ventajas de esta dedicación no han sido comprobadas. Lastimosamente, muchas madres no pueden permitirse el lujo de volver al trabajo cuando quieren. Las madres no deben sentirse culpables por volver al trabajo cuando sus bebés tienen todavía de 3 a 4 meses de edad.
En casi todas las comunidades hay varios tipos de cuidado para los bebés. Durante los 2 primeros años de vida, es mejor que los niños tengan cuidado individual o cuidado diurno en familia porque necesitan más caricias y atención personal. Los tipos de arreglos para el cuidado de los bebés son (en orden descendente de preferencia para los lactantes más pequeños):
Este es el arreglo preferido para los lactantes. Generalmente, el cuidado es proporcionado por una de las abuelas o una niñera profesional. Es posible que tenga que poner un anuncio en el periódico local, solicitando una niñera. Usted deberá verificar cuidadosamente las referencias de quien se ofrece, especialmente en lo que se refiere a las características que son más importantes para usted. Casi todas las niñeras profesionales permanecerán en su casa sólo mientras usted no está, pero algunas están dispuestas a vivir en la casa.
Este arreglo es muy semejante al anterior, excepto que su hijo no tendrá el beneficio de ser cuidado en su propia casa. Además, usted tendrá que llevar pañales, biberones y juguetes, además de transportar a su hijo a la casa de la persona que lo cuidará.
Aquí, la persona que presta el servicio de guardería cuida a 2-6 niños en su casa. Este tipo de cuidado diurno generalmente es menos costoso que el cuidado en una guardería propiamente dicha. Las desventajas son que cada niño generalmente no recibe la misma atención individual que recibiría si fuese el único niño atendido, y muchas de estas casas no están autorizadas ni son controladas por el estado.
Una guardería puede atender a 30 ó más niños. Muchos niños no se adaptan bien a esos grandes centros de cuidado infantil hasta que tienen más de 2 años ó 2 años y medio. Idealmente, la guardería debería estar ubicada en el lugar donde trabaja la madre, pero esto no es común en los E.U. Las guarderías están autorizadas por el estado y deben cumplir ciertas normas. Si usted busca una guardería, puede conseguir los nombres de varias preguntando a sus amigas o buscando en la guía telefónica bajo los rubros "Cuidado de niños" o "Guarderías y cuidado de niños". No tome la decisión final acerca de una guardería hasta que la haya visitado y observado durante por lo menos medio día.
El factor más importante en la decisión sobre el cuidado diurno del niño es encontrar un proveedor de cuidado diurno que comprenda y satisfaga las necesidades emocionales de los niños. Elija a una persona que sea cordial, afectuosa y comprensiva, que juegue con los niños y que tenga un buen sentido del humor. Busque una persona que la escuche y que obre de acuerdo con el estilo que usted tiene para criar a su hijo (por ejemplo, en los métodos de disciplina o del aprendizaje para usar el baño). Establezca una relación de estrecha colaboración con la persona que cuidará a su hijo.
Cuando lleve a su hijo por primera vez a la guardería o al lugar donde va a ser cuidado, quédese allí todo ese día. Deje que su hijo se adapte gradualmente y se relacione con los demás niños y con la persona o personas que le atenderán. El segundo día, quédese 5 ó 10 minutos mientras su hijo se prepara para la interacción con la persona encargada de su cuidado. Si es posible, déjele a su hijo un juguete u objeto favorito. Si la guardería está cerca del lugar donde usted trabaja, visite a su hijo durante el día. Cuando deje al niño, hágalo con una actitud alegre y hágale saber que usted se va —no trate de escabullirse.
No se sorprenda si su hijo llora los primeros días cuando lo deja en la guardería. Durante la primera semana, el niño podría decir que no quiere regresar. Permanezca firme en su decisión, y su hijo se adaptará gradualmente al cambio. Algunos niños necesitan hasta 1 ó 2 meses para adaptarse por completo.
La aparición de una enfermedad puede ser un trastorno considerable para la madre que trabaja. Muchas guarderías y casas de cuidado infantil no cuidarán a niños enfermos. Las opciones que usted tiene generalmente son quedarse en casa con su hijo, hacer que su cónyuge pida permiso en su trabajo y se quede en casa con el niño, o hacer que el niño se quede con una amiga o pariente que haya accedido con anterioridad a cuidar al niño cuando se enferma. En algunos lugares en los EE. UU., se están creando programas para el cuidado de niños enfermos, para ayudar a los padres a hacer frente a esa situación cuando se presente. La mayoría de estos servicios están ubicados en una sección especial para niños enfermos de una guardería grande o un hospital. Algunas agencias ofrecen niñeras especiales que acudirán a su casa para cuidar a su niño enfermo.
Si su hijo se enferma durante el horario de trabajo y usted considera que debe ser examinado por el médico, trate de hacer los arreglos necesarios para una cita en las últimas horas de la tarde, llamando antes de las 3:00 p.m.
Los niños con dolor de garganta, tos moderada, secreciones nasales profusas o síntomas de resfriado (pero sin fiebre ni problemas para respirar) generalmente pueden permanecer en la guardería o volver a ella. La decisión debe depender principalmente de cómo se siente su hijo. Los niños con fiebre de más de 37.8°C (100°F), varicela, vómitos o diarrea no pueden permanecer en la guardería. Los niños con una infección estreptocócica de la garganta o una infección ocular generalmente pueden volver después de 24 horas de tratamiento con un antibiótico. Muchas guarderías tienen sus propias reglas acerca de cuándo un niño enfermo debe permanecer en casa, y usted debe estar familiarizada con estas reglas.
Puede ser más difícil y causar más estrés para una madre trabajar fuera de la casa que quedarse en casa con su hijo, porque frecuentemente no hay nadie que pueda asumir por completo las responsabilidades de cuidadora y ama de casa que la madre tendría si se quedara en su casa. Para aminorar la carga considere trabajar sólo tiempo parcial si esto es aceptable económicamente. Una alternativa es compartir un trabajo con otra persona, de modo que cada una de ustedes trabaje 20 horas a la semana. O tal vez usted consiga un horario de trabajo flexible o que le permitan trabajar, por lo menos parte del tiempo, en su casa. Este arreglo le permite irse temprano para asistir a un partido de fútbol o un evento especial en la escuela.
Si no duerme lo suficiente, las cosas no pueden ir bien. Elija una hora apropiada para acostarse y obsérvela. Si es necesario, simplifique y elimine otras actividades, pero no sacrifique el sueño. Prevenga los problemas de sueño enseñándole a su bebé a dormirse sólo.
Los estudios han demostrado que tanto la calidad como la cantidad de tiempo que usted dedica a su hijo son importantes. Trate de hacer del desayuno una ocasión agradable, sin prisas. Trate de hablar con su hijo durante el recorrido de ida y vuelta a la guardería. Use los 30 minutos antes de acostarse para hablar con su hijo sobre los acontecimientos del día, al ritmo que él prefiera. Durante los fines de semana, reserve medio día especialmente para hacer cosas junto con su hijo. Recuerde también que incluir a su hijo en las actividades de adultos tales como ir de compras, cocinar, lavar y hacer reparaciones domésticas también es beneficioso. Si su hijo generalmente está contento, quiere decir que usted está dedicándole suficiente tiempo y atención.
Si puede permitírselo, contrate a alguien para que le ayude con la limpieza y otras tareas. De todos modos, trate de simplificar su vida doméstica. Una casa impecable no debe ser uno de sus objetivos. Cocine menos; prepare los alimentos en cantidades suficientes para varias comidas y congélelos. Además, haga una "cita" para salir de noche con su cónyuge o con amigos por lo menos una vez a la semana; el tiempo de relajación es indispensable, no es frívolo ni desperdiciado.
Es imperativo que ambos cónyuges ayuden en el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos. La responsabilidad de estas tareas debe ser redistribuida para evitar que la madre trabaje excesivamente. Por ejemplo, el padre puede ayudar a comprar la ropa de los niños, a llevarlos a varios lugares, a cocinar y a limpiar la casa. A los niños de edad escolar también se les pueden asignar algunas tareas.
Trate de entender que la "supermamá" es un mito. Usted no puede hacerlo todo por sí sola o en forma perfecta. Necesita ayuda, y la merece. Si ha encontrado a alguien que le proporcione un buen servicio de guardería, deberá sentirse tranquila durante el día con respecto al bienestar de su hijo. A pesar de sus esfuerzos, su hijo llorará algunas veces cuando lo deje en la guardería, y en ocasiones se enfermará. Trate de no reconsiderar la decisión acerca de su carrera o profesión cada vez que suceda esto.
Tómese tiempo de vez en cuando para salir con sus amigas, ir a una clase de gimnasia, participar de un club literario o realizar cualquier actividad que la haga sentir plena nuevamente. Tómense turnos con su cónyuge para cuidar de los hijos durante los fines de semana para poder tener tiempo para sus necesidades individuales.
En la actualidad en los Estados Unidos, más del 30% de los niños vive en hogares de un solo padre. Es esencial construir un sistema de respaldo con sus familiares, amigos y vecinos. Trate de encontrar una amiga con un hijo que tenga más o menos la misma edad que el suyo. Comparta con su amiga las compras, las visitas para quedarse a dormir y los fines de semana, el servicio de niñera y otras responsabilidades. El intercambio de servicios de esta manera les ahorrará dinero. Vivir con otra madre soltera puede ser mutuamente beneficioso. Quizás le convenga participar de un grupo de respaldo para padres solteros. Busque un curso sobre el arte de supervivencia para padres solteros en las universidades comunitarias.