Los tics son convulsiones rápidas y repetidas de los músculos, como el abrir y cerrar de ojos, las muecas de la cara, arrugar la frente, voltear la cabeza o encogerse de hombros. La mayoría de los tics duran sólo 1 segundo. Se producen con más frecuencia cuando el niño tiene estrés. Cuando el niño está tranquilo no tendrá tantos tics. Además, no se producen cuando el niño está durmiendo. Son 3 veces más comunes en los varones que en las mujeres.
No se sabe a ciencia cierta por qué se producen los tics. La genética y las diferencias neuroquímicas pueden ser las de mayor influencia. Los tics pueden empeorarse con el exceso de tensión emocional. Los niños no tienen tics a propósito. Los niños que tienen tics usualmente son normales, brillantes y sensibles.
Si no se hace caso de los tics, éstos generalmente desaparecen en un período de 2 meses a 1 año. Si, además, se hace un esfuerzo para ayudar a que el niño se relaje, los tics suelen mejorar con mayor rapidez. Aunque los tics no sean ignorados y el niño siga sintiendo stress o presión, los tics generalmente mejoran o desaparecen espontáneamente durante la adolescencia. Aproximadamente en 3% de los niños que los tienen, los tics llegan a volverse incapacitantes si no son tratados en forma apropiada. Pueden requerir terapia conductual adicional y algo de medicamentos.
Asegúrese de que su hijo tenga tiempo libre y tiempo para divertirse todos los días. Si su hijo tiene un programa excesivo de actividades, trate de aligerar sus compromisos. Si su niño es excesivamente autocrítico, elógiele más y recuérdele que debe ser un buen amigo de sí mismo.
Cada vez que los tics se presentan con frecuencia inusitada, anote en un diario la fecha, la hora y el evento precedente. Con este diario, debería poder determinar las circunstancias que hacen que su hijo sienta presión. (Nota: Su hijo no debe saber que usted lleva este diario.)
En general, critique menos a su hijo acerca de las calificaciones, las lecciones de música, los deportes, la limpieza de su cuarto, los modales en la mesa, etc. Evite las medicaciones estimulantes (tales como los descongestionantes).
Cuando su hijo tiene tics, no le llame la atención sobre ellos. Los recordatorios dan a entender que los tics le molestan a usted. Si a su hijo le preocupan los tics, entonces, cada vez que se presentan, el niño reaccionará con tensión en vez de aceptación. La tensión, a su vez, producirá más tics. No permita que los hermanos u otras personas se burlen de su hijo por los tics. Asegúrese de que los parientes, las amistades y los maestros también hagan caso omiso de los tics. Cuando se presentan los tics, las personas deben esforzarse por disminuir la presión que puedan estar haciendo sobre su hijo.
Suspenda en la familia toda conversación acerca de los tics. Cuanto menos se diga al respecto, tanta menos aprensión tendrá su hijo. Si el niño trae el tema a colación, dígale algo que le brinde seguridad, como "con el tiempo, tus músculos faciales aprenderán a relajarse y los tics desaparecerán".
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