La hemorragia severa puede producirse en una arteria (sangrado arterial) o en una vena (sangrado venoso). En el sangrado arterial, la sangre brota o sale con fuerza de la herida con cada latido del corazón. En el sangrado venoso severo, la sangre sale de la herida con un flujo uniforme. La sangre arterial es color rojo brillante, en comparación con el color azulado más oscuro de la sangre venosa. Sin embargo, el sangrado leve (de los capilares) también puede ser de color rojo brillante.
Quite cualquier detrito visible o suciedad de la herida. No obstante, NO quite un objeto como un cuchillo, palo o flecha del cuerpo. Puede causar más daño y aumentar la cantidad de sangrado. Coloque paños y vendajes alrededor del objeto, y fije el objeto en su lugar con cinta adhesiva.
Coloque inmediatamente varios vendajes estériles o cualquier tela limpia que tenga a mano (toallas, sábanas, camisas o pañuelos) sobre la herida y aplique presión directa. La presión debe ser fuerte y continua. Puede aplicar esta presión con la palma de la mano. Actúe rápidamente, porque la pérdida prolongada de sangre puede causar choque. Siga aplicando presión hasta que llegue alguna ayuda. NO quite el vendaje si se satura con sangre. En vez, coloque otro encima. NO trate de limpiar una herida grande. Esto puede causar más sangrado. NO aplique un torniquete para controlar el sangrado arterial, excepto como último recurso.
Mientras usted atiende la hemorragia, haga que alguien llame inmediatamente a una unidad móvil de socorro.
Acueste a su hijo con los pies elevados a una altura de 25 a 30 cm. (10 a 12 pulgadas), para prevenir los síntomas del choque (baja presión sanguínea). Si su hijo está pálido y tiene las manos y los pies fríos, el choque es inminente.
Vaya en automóvil a la sala de emergencias más cercana. Si su hijo está claramente en estado de choque o sangra mucho, llame a la unidad móvil de socorro (911).
Haga acostar a su hijo con los pies elevados de 25 a 30 cm. (10 a 12 pulgadas), para prevenir los síntomas del choque.